En Trenfe podemos (o por lo menos solemos) presumir de tener
la mejor red de ferrocarriles de la Tierra y todos los exoplanetas conocidos, pero sabemos que en un mundo competitivo ser los mejores no es suficiente. Por eso uno de nuestros objetivos para este año era conservar esta
insuperable calidad al mismo tiempo que introducíamos medidas de austeridad que garantizaran la sostenibilidad, la movilidad y más cosas que acaben en
idad.
Tras meses de profundos
y carísimos estudios en busca de las medidas perfectas que nos permitan
ahorrar al máximo sin necesidad de reducir nuestra prestación de servicios, adelantamos la que será una de las
medidas estrella para el próximo invierno. Y es una medida tan sencilla que no somos capaces de comprender cómo no se nos ha ocurrido antes
de gastarnos una millonada en estudios. Es simplemente la respuesta a una pregunta: ¿en qué gastamos dinero en invierno? Y la respuesta es, obviamente, en calefacción. ¿Y cómo podemos ahorrar dinero en calefacción? Apagándola.
Pero
no basta con apagar la calefacción, porque entonces nuestros estándares de calidad
se resentirían. Por este motivo hemos decidido sustituir la calefacción de todas nuestras instalaciones por
otros medios más económicos de calentar a nuestros clientes. Y tras la experiencia piloto de ayer podemos decir que este nuevo método ha sido
todo un éxito:
Lo mejor de este nuevo método de calentar a nuestros clientes aplicando los máximos niveles de sostenibilidad, rentabilidad y
brutalidad es que, sorprendentemente, ha solucionado colateralmente otro de los problemas que
nos preocupaba en Trenfe desde hace bastante tiempo, que es la costumbre de algunas personas de ir por nuestras estaciones
con cámaras de fotos con el subsiguiente riesgo para la privacidad del resto de viajeros
y de que queden en evidencia nuestros chanchullos. Por fin podemos dejar de preocuparnos por eso y empezar a preocuparnos por cosas más importantes como por ejemplo el diseño de los billetes de Navidad de este año.
Como siempre, en Trenfe
luchamos por la austeridad. Ahora con palos.