"Eso nunca será un tren". Con esta frase resumió un profesor de la Escuela de Caminos su opinión sobre el Talgo después de ver un boceto de Alejandro Goicoechea. Sin embargo, en octubre de 1941 se empezaron a realizar trayectos de prueba con excelentes resultados y finalmente el dos de marzo de 1950 se inauguró oficialmente con un viaje entre Madrid y Valladolid.
Por lo tanto ahora no se cumplen 60 años, como mucho se podría decir que se cumplieron hace más de cuatro meses. En cualquier caso, queremos reconocer que a este profesor no le faltaba parte de razón: a día de hoy cuando encargamos la fabricación de trenes de alta velocidad firmamos contratos con Alstom, Bombardier y Siemens, porque ellos sí que saben hacer trenes.
Pero bueno, como 60 años y cuatro meses son muchos años y cuatro meses, y nunca pensamos que Talgo fuera a durar tanto, queremos aprovechar para desearles un feliz cumpleaños e ilustrar esta entrada con una foto de un Talgo tomada en una de nuestras estaciones.